Al morir su madre, Clara descubre que su padre está vivo y que la espera, con su nueva familia, a once mil kilómetros de Argentina.

Aún con el corazón roto por todo lo que ha perdido, Clara aterriza en Roma y se embarca en una aventura de película que la conducirá sin freno a enamorarse del único hombre del que no se debe enamorar: Marco, dios de todos los mares, que se ríe de sus sueños más dorados con una carcajada tan encantadora que dan ganas de matarlo. A besos.

No hay donna italiana (ni argentina) que se le resista y le lleva tantos

años que no quiere ni pensarlo. Además, es la mano derecha de su

padre, podría ser su hermanastro y termina siendo su chofer, su guía

y la tentación más grande que ha tenido en su vida. ¿Cuánto podrá

resistirla?

Este es el viaje de Clara.

Un viaje lleno de reencuentros.

Dos personas destinadas a estar juntas en una familia plagada de

secretos.

Y un amor intensamente dulce y sexi que hará todo lo posible por

manifestarse.

Porque el amor no tiene tiempo ni distancia.