Una mañana, Diana se despierta con la pereza natural que arrastra la trabajosa tarea de enfrentar un nuevo amanecer. Se dedica a su rutina sin saber que ese día carga dos eventos importantes. El primero es que es su cumpleaños. Sí, olvidó que ahora tiene diecisiete, algo que, por suerte, sus padres le recuerdan con una nota. El segundo es que su vida, hasta el momento caracterizada por una normalidad promedio, ya no será la misma. Con la intención de ir a visitar a su mejor amiga Anna, sube a un taxi que llama su atención por su aspecto. Luego de tomar y abrir rápidamente un obsequio que contiene un hipnotizante y resplandeciente medallón, su cuerpo, su alma y su esencia se moverán y descubrirán terrenos y personas que desconoce (o no tanto).

Acompañada por seres tan peculiares como vibrantes, Diana se embarcará en una aventura inigualable, en la que su identidad, su pasado, su presente y su futuro se verán desafiados por verdades que fueron ocultadas por mucho tiempo. Evan, Emma y Ogmi serán piezas claves para dar los pasos necesarios para cumplir sus objetivos. Ivonne y Olivia, por su parte, no harán su camino fácil, sino todo lo contrario. 

La muerte, el sacrificio, el amor, el abismo y la lucha esperan a los protagonistas a la vuelta de la esquina, como fieras agazapadas, listas para luchar, aunque con un solo temor: que la fuerza de sus corazones se enlace con el poder de los medallones que les fueron entregados.